Poner el bacalao en remojo el día antes para desalarlo (si el bacalao es mas gordo requerirá algún día mas), lo habréis cortado antes a trozos. Mientras se desala mantenedlo en la nevera.
En una cazuela poner agua y cuando empiece a hervir, añadirle las patatas peladas pero enteras y el bacalao. Cocerlo a fuego medio, cuando este sacadlo y que se escurra un rato. En una fuente de servir cortar las patatas en daditos, desmigar el bacalao y añadírselo, remover bien y poner un buen chorro de aceite.
A la hora de servirlo poner la mayonesa al gusto de cada uno.
Un día o dos antes de hacer el arroz, poner en remojo el atún para desalarlo.
Poner en un cazo agua y añadirle el azafrán, dejad que hierva bien, esto será el caldo. En una cazuela poner tres cucharadas de aceite, preparar los pimientos y cortarlos en trozos muy pequeños y añadirlos, desmigar el atún y ponerlo, picar los ajos y agregarlos, dar a todo unas vueltas y añadir el tomate, el pimentón (al gusto), el azúcar (este servirá de neutralizante para el acido del tomate), por último los piñones. Dejar que reduzca a fuego medio, que quede jugoso.
Precalentar el horno con temperatura máxima, al menos veinte minutos antes de poner el arroz. Mientras se va haciendo el frito se prepara una cazuela de barro y se mide el arroz, media taza por persona y se pone en la cazuela. Cuando el frito esta hecho se pone encima del arroz y se procede a medir el caldo, si para un arroz al horno cualquiera la proporción de caldo y arroz es de, por cada taza de arroz dos de caldo, a este le sacaremos una taza de caldo ya que el frito al llevar tomate siempre queda algo mas caldoso. Cuando pongamos el caldo debe de estar bien caliente, remover un poco para que se integre todo, es hora de probarlo y si le hace falta añadirle sal, meterlo al horno en el primer nivel, debe de quedar bien sequito, tiempo de cocción media hora aproximadamente, depende de hornos. Pasados unos veinte minutos empezad a vigilarlo.
Sacarlo y dejarlo reposar unos diez minutos antes de servir.
Preparad una bandeja de horno un poco untada en aceite. Cortar los tallos de las berenjenas, enjuagarlas bien con piel y todo, partirlas por la mitad e ir arreglándolas en la bandeja. Hacer unos cortes en cada una de las mitades formando rombos, añadid el pimentón, la sal y un buen chorrito de aceite en cada mitad, separar un poco con la mano los cortes para que se empape bien de los ingredientes. El horno a 180º y la bandeja puesta en el segundo nivel del mismo. Cuando las pinchéis con un tenedor y estén bien blanditas es el momento de añadirles el queso, para que se funda y dore al gusto de cada uno. Sacar del horno y dejarlas enfriar un poco antes de servir.
Para las personas que no les guste el queso, se le puede poner una loncha de jamón serrano y dejar que este sude dentro del horno. Solas sin queso ni jamón también están muy buenas. Si las preparáis solas nada más que con el pimentón, la sal y el aceite a media cocción mirad si le falta un poco de aceite i añadirlo.
En una cazuela poner tres cucharadas de aceite, pelar los calabacines y cortarlos en trozos irregulares, añadir al aceite y dorarlo un poco, cuando empiece a soltar el agua agregarle la patata también troceada, la sal y el agua, esta última depende de como os guste de espeso el puré (yo suelo poner vaso y medio), dejarlo hervir durante una media hora aproximadamente a fuego medio.
Mientras se está cociendo el puré en una sartén, poned un chorrito de aceite, preparad las sepias y cortarlas en trocitos, ponerlas en la sartén y taparlo para que no salpique, cocerlo a fuego fuerte y dorarla bien, no tardará demasiado en hacerse, entonces le añadís el ajo y el perejil picados, unas cuantas vueltas para integrar sabores retirar del fuego y reservar.
A la hora de servir el puré poner la sepia salteada formando una montañita en el centro.
También el puré de calabacín se puede acompañar de jamón cortado en tiritas y pasado por la sartén, picatostes, huevo duro y que surja la imaginación...