500gr de harina de fuerza, 100gr de harina de espelta
500gr de harina de trigo integral, 100gr de harina de espelta
400gr de harina de trigo integral, 100gr de espelta y 100gr de harina común
400gr de normal, 100gr de harina de trigo integral, 100gr de harina de espelta
400gr de harina de fuerza, 100gr de harina de trigo integral, 100gr de harina de espelta
400gr de harina de trigo integral, 200gr de harina de espelta
400gr de harina de trigo integral, 100gr de harina de espelta, 100gr de harina de fuerza
600gr de harina integral
Ingredientes
400 gr de
harina integral
100 gr de
harina de espelta
100 gr de
harina de fuerza
350 ml de
agua templada
14 gr de
levadura de panadero
1 cucharada
de miel
1
cucharadita de sal
3 cucharadas
de aceite de oliva
Procedimiento:
En un cazo
ponemos a templar el agua, solo templada. Le añadimos la levadura desmigada y
la miel, removemos bien con una cuchara hasta que la levadura quede
completamente desleída tapamos con film y la dejamos reposar unos 10 minutos,
esto es para verificar si la levadura esta activa del todo, cuando comience a
burbujear esta lista. Este paso no es necesario pero yo me he acostumbrado a hacerlo sobre todo si utilizo levadura
congelada que en ese caso siempre hay que poner unos 5 gramos más. Ponemos en
la amasadora las harinas y añadimos el agua con la levadura y la miel,
mezclamos un poco con la pala y cambiamos al gancho, amasamos al 1 unos 5
minutos y paramos para añadir la sal y el aceite, la volvemos a poner en marcha
esta vez al 2 y amasamos otros 6 minutos, hasta que se despegue de las paredes
la masa. En un bol pincelamos aceite y pasamos la masa un poco voleada con las
manos, tapamos con film y un paño y dejamos levar en un sitio sin corrientes de
aire (yo en el horno apagado) hasta que duplique su volumen. Pasado el primer
levado desgasificarla un poco y sacar la masa al mármol de la cocina
espolvoreado con harina y formar un rectángulo, plegar de derecha a izquierda y
de izquierda a derecha y volver a
repetir 2 veces más, volver a formar el rectángulo y enrollar sobre si mismo
dejando el pliegue abajo formando una barra, si se quiere hacer redondo volear
después de los pliegues y sellar abajo. Poner en una bandeja de horno que
previamente habremos puesto un papel para el mismo, tapar y dejar levar hasta
que duplique su volumen de nuevo, yo con un paño de algodón y una manta que
tengo exprofeso para esto libre de corrientes de aire. Encender el horno al
menso un cuarto de hora antes, que esté bien caliente a 230º y ponemos una bandeja
para horno que se caliente también. Hacemos unos cortes en los panes ya listos y espolvoreamos un poco de
harina o pincelamos los panes con un poco de aceite. Metemos los panes en el
segundo nivel del mismo y en la bandeja que tenemos calentando le ponemos vaso
y medio de agua, esto es para que se forme vapor, cerramos la puerta y bajamos
al temperatura 200º. La bandeja con el
agua la sacaremos a los 15 o 20 minutos y seguimos con la cocción, estará
cocido en unos 50 minutos, esto dependerá de cada horno. De todas formas una
manera de saber si está bien cocido es por el color que haya tomado y sobre
todo que la darle la vuelta el culo del pan al darle unos golpes nos haga toc,
toc.
Una vez
cocido pasarlo a que enfrié en una rejilla, cortar una vez frio, congela divinamente.
Este tipo de
pan lo había hecho alguna vez más pero sin hacer fotografías quedaba en
pendiente todo el proceso. Me base en los ingredientes que “LA COCINA DE ADITA” hizo en su receta pero poniendo en
práctica mis pruebas, de ahí que debajo de cada fotografía ponga las harinas
empleadas en cada pan, el procedimiento el mismo para todos. Hace mucho tiempo
que Adita no publica espero se encuentre bien, dese aquí le mando un abrazo.
He querido
hacerle un homenaje al pan, pan que debemos de pedir siempre que no nos falte
nunca en la mesa.
Son panes
realizados mientras nos tuvieron encerrados, no me faltó en ningún momento por
suerte ni harina, ni levadura ya que un amigo tiene tienda de grano y además es donde suelo comprar habitualmente e incluso me lo traía a casa y no hizo
falta almacenar para desabastecer como hicieron muchos, hubo personas que lo
tuvieron un poco más complicado porque en los supermercados muchos arrasaron con todo sin
pensar en los demás y lo del papel higiénico ya sin comentarios.