Ingredientes
1/2 kg. de
calabaza
1/2 kg. de
azúcar
1/2 kg. de
harina
1 vaso de
aceite de oliva 0,4º
2 sobres de
levadura en polvo
6 huevos
Ralladura de
limón
Procedimiento:
El día
anterior asar en el horno la calabaza, una vez hecha sacarla del horno, dejarla
enfriar y quitar la piel. Dejarla en un escurridor toda la noche, soltara
bastante caldo.
Preparar un
bol. Separar las claras de las yemas, estas últimas batirlas a punto de nieve,
una vez saquen picos, añadir el azúcar, seguir batiendo y las yemas, el aceite,
la ralladura de limón y la calabaza hecha puré. Por último la harina mezclada
con la levadura, tamizada y a poquitos, seguir batiendo hasta que se integre bien la
harina. Se tendrá con anterioridad una bandeja de horno (forrada con papel para
el mismo), donde se verterá la masa.
Meter en el
horno a 150º en el segundo nivel del
mismo. Durante media hora no abrir el horno para nada, a partir de ahí, vigilar
para que se tueste y se cueza bien sin que se nos queme. Ir pinchándola con un
palillo hasta que salga limpio. Sacarla del horno y dejarla enfriar en la misma bandeja, antes de partirla.
Las personas
que seguís mi blog os habréis percatado, de que no suelo hacer los dulces a
mucha temperatura, prefiero mandar yo del horno, esto implica que le cueste un
poco más de tiempo, pienso que el resultado es mejor, aunque también pienso que
el precalentado como la temperatura y tiempo de cocción, está en función de
cada horno.
Mi abuela materna (según pude comprobar y me
han contado) era muy cocinera y decía de la cocina (quedaría mejor en
Valenciano) que poquito a poco, sin prisa y lo aplicaba por lo visto a todo o
casi todo.
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