Ingredientes (para cuatro personas)
2 láminas de hojaldre (pueden ser congeladas)
400 gr. de espinacas (pueden ser congeladas)
2 cebollas rojas medianas
7 lonchas de queso para fundir
1 huevo
Pimentón dulce
Canela en polvo
Aceite de oliva
Sal
Mantequilla
Procedimiento:
En una sartén poner cuatro cucharadas de aceite, trocear en pequeño la cebolla y dorarla bien, añadir las espinacas y taparlo, el propio vapor las cocerá a fuego lento. Cuando las cebollas junto a las espinacas estén ya en su punto ponerle el pimentón (al gusto), la canela en polvo (de esta solo un poco) y la sal. Por último cuando ya están todos los sabores incorporados ir añadiendo una a una sin dejar de remover las lonchas de queso.
Tener preparada una bandeja de horno untada con mantequilla. Partir las láminas de hojaldre en cuatro trozos cada una, repartir el relleno en cada trozo e intentar que se quede sellada del centro (por mucho que queráis que se queden las partes selladas cuando se meten al horno ellas mismas se espatarran), batir el huevo y con un pincel pintarlas bien. El horno a 170º en la segunda posición del mismo, durante media hora no abrir el horno para nada, después de este tiempo vigilarlo, que queden doradas, apagar el horno dejar reposar unos minutos dentro y sacarlas lo antes posible de la bandeja para que no se quemen por debajo.
Están igual de buenas en caliente como en frío. Troceadas para aperitivo tampoco están mal.
El queso que yo siempre suelo utilizar es el llamado danés, pero supongo que cualquier otro que os guste, el resultado puede ser el mismo.