Ingredientes
1 bacalao
mediano
3 cebollas
medianas
Aceite de
oliva
Sal
Harina (yo harina de arroz)
Vigilad que todos los productos utilizados sean aptos para celiacos
Procedimiento:
Poner el
bacalao ya troceado (vuestro proveedor os lo podrá trocear) en remojo con
bastante agua. Meterlo en el frigorífico y cambiar el agua al menos durante dos
días, todo dependerá del gusto de cada uno. Mis abuelas yo recuerdo que lo ponían
por la mañana para comerlo en la cena, para mi gusto demasiado salado. Pero en
aquel tiempo se consumían bastantes
salazones (además les gustaban bastante salados), el pecado fresco llegaba con
cuentagotas y no mucha variedad de él, lo
que más llegaba a los pueblos pequeños eran sardinas y boquerones.
Limpiar y
cortar la cebolla en juliana, reservar. En una sartén poner tres cucharadas de
aceite de oliva y proceder a dorar la cebolla poniendo una tapa a la sartén,
sin ninguna prisa que quede bien doradita.
Mientras se hace la cebolla en otra sartén poner aceite y proceder a
freír el bacalao, dorarlo al gusto e ir poniéndolo en una fuente de servir. Una
vez bacalao y cebolla hecho proceder a emplatar.
Yo siempre
procuro que el bacalao sea más grande ya que luego desmigado le doy otros usos.
Es un pescado tan bueno para nosotros que no nos importa comerlo caliente o
frio.
Me encanta el bacalao, y así, sencillito, como tú lo preparas, todo un manjar...
ResponderEliminarLa verdad Olga es que el bacalao creo que a pocas personas no les gusta, a nosotros de cualquier forma.
EliminarGracias por pasarte.
Buen fin de semana.
Un abrazo.
Hola Concha. Teniendo en cuenta que el bacalao me encanta y viendo la forma tan sencilla como lo has preparado no me cabe duda de que debe uno sentirse en la gloria al saborear uno de estos trozos. Muy rico.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Un abrazo.
Hola Juan!. Para nosotros es un verdadero manjar también, hay tantas maneras de prepararlo y disfrutarlo.
EliminarUn abrazo.